jueves, 15 de diciembre de 2016

EL SOMBRERO VUELTIAO


Desde hace más de 300 años el Sombrero Vueltiao se ha fabricado en la Costa Caribe por indígenas Zenú, asentados sobre el río Sinú en las sabanas de Córdoba y Sucre; razón por la cual también se le ha denominado ‘sombrero sinuano’.
Las madres indígenas fueron quienes comenzaron a tejer sombreros para sus hijos y esposos con fibras maguey, como una forma de protegerlos del sol mientras realizaban labores de agricultura. Su elaboración tardaba entre dos y tres meses.

El trenzado del sombrero fue implementado del tejido de los canastos que eran utilizados para la recolección del maíz, y el material se adoptó luego de utilizar fibras más rígidas.
En sus inicios, se fabricaba en un solo color (blanco crema) y era conocido como el ‘sombrero indiano’ o ‘sombrero de vueltas’. Posteriormente, los indígenas y artesanos descubrieron la técnica de teñido y añadieron las fibras de caña flecha negra

Confección
 
El símbolo por excelencia de la cultura costeña colombiana, se fabrica con la nervadura central de las hojas de caña flecha criolla, una planta originaria de las regiones tropicales de América, de las que luego de un debido proceso, se extrae una fibra flexible de buena calidad, especial para hacer trenzas finas.
 
Las fibras luego de ser pulidas, asoleadas y cocidas, son separadas entre las que quedan completamente blancas y las manchadas. Estas últimas son echadas por tres días en una olla de barro con agua, conchas de plátano verde, hojas de jagua y dividivi, y son limpiadas diariamente con agua de achiote para fijar el color.
 
Previo al trenzado, se forman filamentos delgados, denominados ‘pencas’, para lograr un tejido más fino.
 
Finalmente, cuando ya están tejidas todas las partes del sombrero se comienza a armar y a coser.
Clases de sombreros
 
Las trenzas que conforman el sombrero vueltiao se componen de un número impar de ‘pencas’ blancas y negras, llamadas pares o vueltas, que son proporcionales a la calidad del sombrero, y por lo tanto, a su precio.
 
Existen sombreros desde tres vueltas. De 7 vueltas se denomina ‘Lica’; de 11, ‘Pacotilla’; y el de 15, ‘Quinciana’. El de 21 vueltas era considerado el más fino y costoso, al ser el único que no pierde su forma cuando se dobla. Recientemente, los artesanos e indígenas zenú crearon el sombrero vueltiao de 31 vueltas, que tiene un costo de dos millones de pesos y que sólo se fabrica por encargo. 
 
Las personas que no son conocedoras del tema, equivocadamente, confunden las vueltas con el número de partes blancas y negras del sombrero, cuando en verdad se refiere a los pares de caña flecha que se tejen

Partes del sombrero
 
- El botón: Es desde donde se comienza a armar el sombrero, el centro de la copa.
 
- La plantilla: Parte superior de la copa. 
 
- La copa: Es la parte superior a la que se ajusta la cabeza de quien lo usa.
 
- El ala: Es la superficie que recorre la circunferencia del sombrero y que consta de 10 o  vueltas. 
 
- El ribete: Es la trenza negra que da la terminación a el ala.

Las pintas 
 
Las figuras geométricas que se forman a partir del tejido de fibras negras y blancas reciben el nombre de pintas. Éstas eran utilizadas por los indígenas para consignar las labores diarias que realizaban. Actualmente, muchas de ellas todavía son utilizadas.
 
Consolidación como símbolo cultural
La población costeña, en especial los campesinos y las agrupaciones folclóricas, ya usaban durante el siglo XX el sombrero vueltiao. En esa época, fue incluido como parte del atuendo de cumbiambero y la gente comenzó a utilizarlo en el Carnaval de Barranquilla y las corralejas.
Personalidades colombianas lo usaron en eventos sociales, pero fue Miguel ‘El Happy’ Lora quien lo dio a conocer masivamente al aparecer usándolo luego de haberse coronado Campeón Mundial Gallo de Boxeo en 1985.

1 comentario:

  1. hola buen recorrido cultural por lo que nos dejaron nuestro ancestros, gracias por darnos a conocer mas sobre este elemento cultural de Colombia que se a convertido en sustento para muchas familias de los departamentos de córdoba y sucre.

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